Si tu propósito de adquirir un sistema de suministro de agua, es indispensable tomar en cuenta el tipo de líquido que necesitas bombear. Todo esto, con el propósito de invertir en un equipo que se adapte a tus necesidades, y sea resistente a los procesos químicos más frecuentes en este contexto. Se trata de la corrosión metálica, una condición que acelera el deterioro interno de estos artefactos.
En este marco de ideas, la corrosión metálica es el deterioro de un material como resultado de un ataque electroquímico producido en su entorno, y se caracteriza por una pigmentación naranja. Igualmente, cuando se trata de sistemas de bombeo de agua, en general, esta reacción química está relacionada con el desconocimiento de la compatibilidad existente entre el material con el que está construida la bomba de agua y la sustancia que se necesita bombear.
Seguidamente, la reacción óxido-reducción entre el sistema de bombeo de agua y su entorno, o alguna sustancia química, está entre los problemas más frecuentes en la industria de las bombas de agua, debido a que puede provocar grandes pérdidas de dinero, tiempo, averías e incluso, accidentes.
No obstante, la buena noticia es que, la corrosión en los sistemas de bombeo de agua se puede prevenir de distintas maneras, siendo la más importante conocer las condiciones del entorno donde será instalada la cisterna y los mecanismos para movilizar el líquido; así como, qué clase de sustancia es necesario bombear.
¿Cómo evitar los daños causados por la corrosión en sistemas de bombeo?
Los niveles de corrosión, generalmente están relacionados con el pH o potencial de hidrógeno de las sustancias involucradas en el proceso de bombeo de agua.
Se trata de una fórmula utilizada para medir los niveles de alcalinidad o acidez de los líquidos.
Simultáneamente, sirve para mostrar la concentración de iones de hidrógeno presente en los distintos componentes, para esto existe una escala, siendo el pH 0 un ácido, y 14 un material alcalino.
En este caso, el agua limpia tiene un pH de 7 o neutro; mientras que, los demás compuestos ubicados a los extremos tienen un mayor riesgo de producir reacciones químicas, debido a la cantidad de electrones presentes en su composición.
Adicionalmente, es indispensable tomar en cuenta el material de fabricación del sistema de bombeo de agua y el pH del líquido que fluirá a través del sistema, para evitar que se produzca la oxidación del equipo.
Recordemos que la corrosión es el resultado de una reacción electroquímica (oxido-reducción) entre dos materiales, o bien, un material y su entorno, dando lugar a un deterioro en el mismo.
La corrosión es provocada debido al flujo masivo de electrones generado por las diferencias químicas de las sustancias. Esta corriente de electrones se establece cuando existe algo llamado diferencia de potenciales. Existen dos participantes en este intercambio de electrones, se dice que la sustancia que los emite (o cede) se comporta como un ánodo y se oxida, y aquella que los recibe se comporta como un cátodo y en ella se verifica la reducción.
En la industria del bombeo, la corrosión es un grave problema; puede provocar averías, tiempos perdidos, accidentes y, a su vez, pérdidas económicas importantes.
Otras cosas que debes considerar para evitar la corrosión en bombas de agua
Conocer la temperatura también es un factor preponderante, desde el punto de vista de la velocidad a la que se produce el proceso corrosivo. En consecuencia, mientras mayor sea la temperatura del líquido que será bombeado, mayor será la rapidez en la que se producirá la corrosión.
Aunque existen infinidad de aplicaciones donde las bombas pueden ser expuestas o sometidas a ambientes corrosivos, que difícilmente pueden ser abarcadas en su totalidad.
Hay muchas formas de prevenir o abordar este problema, la mejor es conocer si el material del equipo es apto para las condiciones del lugar (termoplásticos, hierro y acero inoxidable) o sitio donde va a estar instalado.