Uno de los mayores retos en la industria agropecuaria, es mantener los cultivos en condiciones óptimas, y esto implica lo último en cuanto a sistemas de riego, capaces de mantener el suelo hidratado hasta el nivel necesario.
Se trata de montajes técnicos, indispensables en grandes extensiones de tierras cultivables, lo que facilita la distribución óptima del agua, necesaria para el crecimiento y desarrollo de cualquier cosecha.
De la misma manera, invertir en un sistema de riego es la mejor forma de proteger la siembra y sacarle el máximo provecho. Es decir, no sería rentable utilizar recursos humanos para esta tarea, si se puede automatizar, y lograr una gestión más eficiente de los recursos.
En este sentido, lo más importante es saber cuál es el mejor sistema de riego de acuerdo a tus necesidades, o al alimento que quieres cultivar.
Entre los sistemas de riego más utilizados, se encuentran: inundación, aspersión, hidropónico, gravedad, nebulización, micro-aspersión y goteo.
No obstante, dependiendo de factores como: el rubro, la extensión de terreno, el tipo de parcela, los requerimientos del alimento, el consumo de agua que necesiten, el tipo de energía a utilizar, hay uno que se puede adaptar a tus necesidades, mejor que otros.
¿Qué sistema de riego utilizar?
Un sistema de riego comprende todas las instalaciones técnicas que se necesitan para la gestión de hidratación correcta de las tierras cultivables mediante los diversos sistemas que detallo a continuación:
Sistema de riego por inundación
Este sistema de suministro de agua, funciona distribuyendo el líquido a lo largo y ancho de toda la superficie, anegando el territorio, según se necesite.
Se caracteriza por consumir más agua que otras alternativas, es ideal para parcelas pequeñas, el líquido abarca únicamente la raíz, y es bastante económico. Igualmente, el riego por inundación, se utiliza para cultivar: cereales, pasto, alfalfa y arroz.
El riego por inundación es el que menor eficiencia de riego tiene ya que una gran parte del agua se pierde por evaporación al permanecer la superficie de la explotación inundada, por escorrentía y percolación profunda.
Sistema de riego por aspersión
Consiste en colocar aspersores, que distribuyen agua a presión a lo largo del terreno. Se trata de uno de los sistemas de riego más comunes para cultivar arroz, cereales, trigo, papa maíz, entre otros.
Todo esto, debido a su capacidad de cubrir una mayor cantidad de metros cuadrados, de forma automatizada, adaptabilidad a cualquier tipo de superficie, eficiencia y durabilidad.
El riego por aspersión ofrece menor eficiencia debido a que gran cantidad del agua de riego permanece en la superficie del suelo y las plantas siendo evaporada después del riego y a los problemas de deriva que ofrece el viento.
Sistema de riego por gravedad
Esta alternativa está entre las más económicas del mercado, porque no requiere fuentes de energía complejas, y es perfecta para cultivar hortalizas. También conocida como riego por superficie, este mecanismo distribuye el agua a través de surcos por todo el terreno, garantizando que el líquido se infiltre en el suelo, saturando los sembradíos.
También es conocido como un antiguo sistema que hace circular el agua desde un centro o embalse, que atraviesa enormes canales hacia los centros de distribución que dispersan el agua a través de pequeñas canales en pequeñas cantidades hasta el punto de tocar la base en la parcela donde el agua donde aterriza por gravedad.
Existen diferentes formas de riego por superficie:
- Riego por Surcos
- Riego por Tablares o Canteros
- Riego por Fajas
- Riego de esparcimiento
- Riego po alcorque
- Riego de zonas montañosas por careo
- Riego por pozas
Sistema de riego por goteo
Se basa en dejar caer gotas constantes sobre los sembradíos, en lugares específicos, y para esto utiliza sistemas de suministro de agua con pequeñas perforaciones o goteros. Es la mejor elección para facilitar el crecimiento de las raíces, se adapta a terrenos muy inclinados o de tipo rocosos, reduce el consumo de agua y es altamente eficiente. Esta opción se utiliza para cultivar tomates, fresas, banano, caña de azúcar, papas y algodón.
En resumen, existe una infinidad de opciones cuando se trata de sistemas de riego para mantener hidratado el suelo, también puedes utilizar métodos como: micro-aspersión, nebulización e hidropónico. Cada uno de ellos, específico para distintos tipos de alimentos y superficies.
¿Qué es la eficiencia de Riego?
La eficiencia de riego se refiere a la relación o porcentaje entre el volumen de agua utilizado realmente por la vegetación y el volumen de agua consumido en la toma de aspiración o en la toma del hidrante.
Es decir, sería el agua consumida por la instalación de riego menos las diferentes pérdidas que se originan en el sistema hasta su aplicación al cultivo, relativa agua total consumida.
En este sentido, cada caso requiere su propio análisis, pero para poder considerar el espectro completo se deberán considerar los tipos anteriormente mencionados previo a un cálculo basado en la vegetación, distancia, clima y otros factores importantes.